Desde el momento en el que Alex y Jack se meten juntos en la ducha ya se siente la apasionada química sexual entre ellos, que aún se vuelve más intensa cuando salen de allí para ir al dormitorio.
Mientras se besan y se meten mano, sintiendo sus trabajados cuerpos, Jack dirige su atención a la polla sin circuncidar de Alex y usa su boca y su garganta profunda sin parar.
A Alex le gusta, por supuesto, pero también tiene un foco principal: agarrar el firme y peludo culo para devorarlo e ir más allá…
Alex no tarda en follarse a Jack con su pollón, usando toda su energía para dominarle a él y a su ojete, embistiéndole de todas las maneras posibles.
Jack está entregado por completo a la causa porque cuando Alex necesita una pequeña pausa, Jack toma las riendas para cabalgar montado sobre su polla y galopa con la misma clase de energía sexual.
Finalmente, mientras Alex se está follando a Jack tumbado de espaldas, llega al límite y se corre volviendo a penetrar al pasivo hasta que este se corre también.
Ninguno de los dos tiene que decir con palabras lo extraordinario que ha sido este encuentro, sus besos y sus caras lo dicen todo.
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