Así subió la popularidad del rubio Kosta desde su debut en el estudio y desde entonces siempre le hemos visto entusiasmado en cada una de sus escenas posteriores, dispuesto a disfrutar siendo follado por la mayor cantidad de sementales dentro de sus posibilidades humanas.
Ha mamado las pollas más grandes, ha sido follado por esas mismas pollas, ha dado y ha recibido por igual, pero en esta ocasión todo gira en torno a él siendo un completo pasivo en una orgía gay y a pelo con siete chulazos: Manuel, Rudy, Dom, Harold, Jacob y Viktor.
El factor más importante de esta ecuación sigue siendo el propio Kosta, el séptimo participante, entregado por completo a todos esos rabos duros y palpitantes (y algún dildo que otro) para complacerlos con su boca y su ojete hasta recibir encima todo el semen caliente acumulado en sus pelotas...
¡Fueron tantas pollas que fueron necesarias dos partes para dar cabida a todas ellas!
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