En el vestuario del gimnasio, el musculoso y guapo Malik se siente atraído por Enzo, así que se acerca por su espalda para acariciarle y besarle, cogiéndole por sorpresa.
Enzo no puede creerse que el semental que todo el gimnasio querría tener entre las piernas se haya fijado en él, pero Malik se saca su larga, gruesa y dura polla de los pantalones para que el sorprendido moreno se la mame.
Después de haberse follado un rato la boca y la garganta de Enzo con esa energía que le caracteriza, Malik le baja el pantalón y tras azotarle en el culo se lo folla por detrás contra las taquillas.
El tatuado pasivo gime de placer y se tumba de espaldas sobre uno de los bancos con las piernas abiertas para que el musculoso chulazo se lo siga follando aún más fuerte mirándole a la cara.
Llegados a ese punto y entregados por completo a la lujuria, Enzo se monta sobre la enorme verga de Malik, que tirado en el suelo desliza cada centimetro de ella dentro del estrecho ojete de Enzo y le embiste desde abajo.
Enzo cabalga sobre el semental de frente y de espaldas, masturbandose hasta correrse sobre si mismo.
Desde abajo, Malik no puede aguantar más y se corre dentro de Enzo, que levanta el culo y deja que le separe sus nalgas con las manos para que toda esa corrida caliente salga fuera, chorreando sobre la polla de Malik.
Los dos se levantan y Malik le pasa la ropa a Enzo con una sonrisa socarrona en la cara antes de que se vaya a la ducha.
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