Como dependiente de la tienda en la playa, Luca está acostumbrado a ver entrando y saliendo a los surferos más irresistibles y a los más guapos bañistas, pero hasta hoy ninguno había llamado su atención como Thomas, todo un semental.
Con una polla tan grande que no le cabe dentro del traje de neopreno, Thomas reclama enseguida una atención al cliente VIP por parte de Luca, que cae de rodillas en el probador para engullir ese rabo sin circuncidar.
Tras seguir con la mamada fuera del probador, el dependiente de pelo largo se apoya sobre una mesa repleta de mercancía para que el curioso cliente lama su peludo ojete.
Con su gruesa polla completamente dura, Thomas se folla a pelo el culo de Luca, que disfruta de cada centímetro entrando y saliendo de él, confiando en que no lleguen nuevos clientes y les pillen follando a pelo en medio de la tienda. Luca gime de placer siendo empotrado por detrás.
Tumbado sobre las camisetas en venta y siendo embestido por Thomas, Luca cubre su vello púbico con su propia corrida y recibe el blanco y espeso esperma del sudado cliente sobre sus pelotas y su culo.
Thomas vuelve a penetrarle con su pollón y besa a Luca antes de marcharse de la tienda tal como había venido.
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