Ryan es el chico encargado de que no le falte nada a ningún jugador del equipo, sea agua, una toalla… o su culo.
Cuando el imponente Travis llega a los vestuarios después del partido, Ryan se le ofrece para que libere toda la tensión acumulada en su musculoso cuerpo.
Travis está listo para ocuparse del estrecho ojete del niñato, pero antes de que pueda hacerlo el servicial Ryan le mama la polla.
Después de que Travis le haya comido el culo, el fogoso y fornido jugador empotra al niñato por detrás sobre el banco y contra las taquillas.
En un alarde de fuerza física, Travis sujeta a pulso entre sus brazos a Ryan para seguir follándoselo de pie, haciendo que el insaciable niñato disfrute de cada centímetro de su rabo, más aún cuando cabalga sobre él en uno de los bancos.
Entregados al sexo y antes de que llegue el resto de jugadores del equipo, Ryan se tumba de espaldas sobre el banco para que Travis le embista con todas sus fuerzas hasta correrse y deja que el jugador se le corra dentro, dejándole un calido recuerdo.
Comments