Escuchadnos bien, cada segundo de esta escena es ardiente como la lava de un volcán. Lo podéis comprobar rápidamente si vais directamente al minuto 18 para ver como Rocky empotra a Beckett contra el respaldo del sofá como si no hubiese un mañana.




Rocky podría asegurar desde el principio que Beckett iba a ser capaz de aguantar todo lo que le tenía reservado, y cuando Rocky sabe que tiene a esa clase de pasivo a su disposición se asegura de sacarle todo el provecho.


Le hemos visto hacerlo antes, porque ha penetrado, bombeado y empotrado a muchos chicos del estudio, y en cuanto comprueba que aguantan su tremenda follada, va a asegurarse de que se sientan bien FOLLADOS.
Los gemidos y jadeos de Beckett salen de su garganta con cada uno de los firmes y constantes envites de Rocky, haciendo de esta una escena una tan ardiente de escuchar como de ver. Beckett le entrega su ojete a Rocky y este lo hace suyo.


De todas formas, y aunque os hemos sugerido saltar al minuto 18 en la introducción, os recomendamos que veáis, escuchéis y disfrutéis de cada minuto de esta escena, de principio a fin, porque Rocky y Beckett se lo merecen.



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