BAJO LA CASCADA

Gage necesitaba un tiempo para él en la casa del lago, quería relajarse y alejarse del bullicio de la ciudad, pero cuando llegó allí se dio cuenta de que no estaba solo.

Cuando encontró un par de shorts en el suelo su corazón empezó a latir más fuerte, pero no tanto como cuando vio a su dueño bajo la catarata. Tenía fuertes brazos, un buen cuerpo y le miraba como si fuese un pedazo de carne fresca al que no podía esperar más para hincar el diente. Siguieron mirándose el uno al otro mientras Eddie se quitaba el bañador, su polla erecta era tan grande que Gage no podía apartar la mirada. Como si estuviese ofreciéndole un show privado, Eddie se sentó y empezó a masturbarse bajo el agua de la cascada, que como una ducha natural hacía que su pecho y su polla aun fuesen más deseables. Gage no pudo resistirse ni un minuto más y una vez desnudo se metió en el agua, nadando hasta Eddie para besarle sin rodeos mamarle la polla.

Gage pensaba que necesitaba un tiempo para él, a solas, pero mientras Eddie le follaba el culo en un sofá bajo el porche, se dio cuenta de que era precisamente esto lo que en realidad necesitaba…

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