Hunter no quiere otra cosa más que follar y ser follado en una sesión de dominación/sumisión, y afortunadamente para él, Heath está más que encantado de ayudarle a satisfacer su fantasía en bruto.
Heath le recibe en su apartamento neoyorquino donde los dos empiezan a mamar de inmediato sus pollas y a devorar sus culos el uno al otro.
Con los ojos vendados, Hunter disfruta de la mamada que le hace Heath, privado de la visión para que la experiencia sensorial sea más placentera.
Cuando ha terminado Heath le besa y deja que Hunter le ate las muñecas con el mismo pañuelo que vendaba sus ojos para empotrarle por detrás y follar a pelo su delicioso ojete peludo.
Con la raja del culo chorreando con la corrida de Hunter, Heath deja que le vende los ojos antes de mamarle la polla cabeza abajo.
Ya libres de ataduras y de vendas sobre los ojos, Heath devora el culazo de Hunter antes de que este le monte para cabalgar sobre su gruesa polla llevando a Heath al límite.
Hunter se agacha a toda velocidad para ver como su musculoso anfitrión se masturba hasta correrse, lamiendo el semen caliente que cubre su estómago.
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