Una acalorada discusión del impetuoso ejecutivo Braxton con su empleado, el musculoso Brogan, termina con un empujón que hunde al trajeado dueño de la casa en su propia piscina.
Extrañamente excitado por el incidente y por la presencia imponente de su empleado, un empapado Braxton sale del agua para besar a Brogan antes de llevárselo dentro de la casa para ocuparse de su culazo firme y redondo con su lengua y su pollón a pelo.
Brogan cabalga sobre la gruesa verga de ébano de Braxton que, usando la corbata que rodeaba su cuello como riendas, pasa a empotrarle a cuatro patas sobre su cama.
Dispuesto a devolverle el favor, Brogan devora la polla y el ojete de Braxton antes de darle la vuelta a la situación para follarse al ejecutivo y correrse encima de sus pelotas.
Braxton empuja a Brogan para montarse encima de su todavía dura polla y cabalgar, su enorme rabo sacudido arriba y abajo hasta que lo agarra para masturbarse y correrse sin manos sintiendo las profundas embestidas que recibe desde abajo.
Jadeando satisfecho, Braxton besa a Brogan, que azota su culo sabiendo que las diferencias que iniciaron su discusión han quedado atrás y folladas como esta van a repetirse cada vez que venga a limpiar la piscina.
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