Es un día de calor bochornoso en Palm Springs y el tatuado Vincent entra para refrescarse. Afortunadamente para él, Siren está en la cocina y le exprime un pomelo en un vaso de agua fría…

El afeminado Siren está tan acalorado como él, pero es obvio que lo suyo no tiene nada que ver con el clima... necesita calmar ese fuego interior. Su ojete está ardiendo y necesita imperiosamente que Vincent se la meta y se lo folle como si no hubiese un mañana.
Pero antes de que Vincent pueda satisfacer ese furor con las mismas ansias, esa polla debe estar completamente dura y un provocativo Siren se ocupa de ella, lamiéndola y mamándola, sacando el lado más agresivo de Vincent, que le agarra la cabeza con las dos manos para follarle la garganta.




Sin abandonar la cocina, los dos hacen un 69 sobre la encimera y Siren demuestra que es quien domina la situación con su estrecho ojete, porque una vez se sienta sobre la dura y larga polla de Vincent ya no hay quien le pare, cabalgando de espaldas y de frente, pero también recibiendo las poderosas embestidas del tatuado activo.





A pesar del bochorno, la energía sexual que despliegan ambos es inagotable, follando con todas sus fuerzas sin desfallecer un instante, hasta que Vincent llena la hambrienta boca de Siren con su enorme y caliente corrida… ¡Nada refrescante, pero si relajante!

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