Al fogoso e insaciable Allen también le gusta apartarse del mundanal ruido y del ajetreo urbano para retirarse a la montaña y disfrutar de la naturaleza, pero cuando el fornido y rudo Chuck aparece entre los árboles se acaba la tranquilidad…
El agresivo Chuck agarra la cabeza de Allen con su manaza y sin decir palabra le hunde la cara en el enorme paquete que marca en sus pantalones cortos, escupiéndole y obligándole a mamar su grueso rabo allí mismo, entre los árboles. Una vez desnudos, Chuck azota la bonita cara de Allen con su rabazo antes de follarle la garganta con la misma agresividad, algo que al joven parece gustarle y le sigue mamando la polla con voracidad.
Allen se da la vuelta y agarrado al tronco de un árbol deja que Chuck le penetre con los dedos y ponga a punto su ojete con mucha saliva antes de empotrarle por detrás.
Chuck agarra a Allen y se lo echa a la espalda para trasladarse a una cabaña abandonada, donde tras follárselo a pulso, de pie entre sus fuertes brazos, lo sigue haciendo sobre una mesa de madera.
Otra breve mamada de Allen y Chuck se sienta en un taburete para que el insaciable pasivo cabalgue montado sobre su verga, masturbándose y recibiendo las embestidas desde abajo que le llevan al orgasmo.
Desmontándole para arrodillarse entre sus piernas con la lengua fuera, Allen recibe toda la corrida de Chuck y mama ese enorme rabo por última vez.
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