Finn es un felicísimo y orgulloso pasivo con cierta debilidad por los pies cuando es totalmente dominado por un empotrador como Roman.
Finn se encuentra en el séptimo cielo desde el momento en que el dominante Roman le agarra sin ninguna consideración y le ordena que le mame la polla.
Después de que su boca y su garganta han sido asaltadas, Finn obedece a Roman mostrándole su ojete, que muy pronto será suyo para que haga lo que le plazca.
Excitadísimo con la completa sumisión de Finn, Roman se regodea devorando su culo y abriéndoselo para follárselo como si fuera su esclavo -incluso plantándole el pie en la cara.
Finn también está ansioso por complacer a su amo y se folla a si mismo con el pollón de Roman, dejando que le use y abuse de él hasta que se sienta sobre su verga para cabalgarla.
Puede que ahora Finn esté encima y tenga algo más de control, pero Roman sigue mandando.
Retomando las riendas, Roman hace realidad los sueños de sumisión de Finn, sujetándole con fuerza por la garganta y ofreciéndole sus sobacos sudados para que el pasivo disfrute antes de tirarle de espaldas para volver a follarle duro, haciendo que se ahogue cuando le pisa el cuello.
Finalmente, su juego de dominación-sumisión culmina en la más pura y mutua satisfacción cuando el “amo” Roman hace que Finn se corra y él mismo lo hace también dentro del castigado culo del agradecido muchacho.
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