Después de que el repartidor Jake haya enviado deliberadamente una foto de su pollón a la clienta junto a la confirmación de entrega del paquete, es arrestado y puesto entre rejas por el musculoso carcelero Brody.
Siguiendo el protocolo, Brody le somete a un minucioso registro que incluye su ano, metiéndole los dedos a fondo, algo que pone muy cachondo a Jake, empalmado antes de ponerse el mono naranja que deberá llevar durante su encierro.
Jake pronto consigue que el carcelero se quite toda la ropa para que pueda mamarle la polla y es él quien tiene el control cuando se folla a Brody por detrás.
El pasivo cabalga sobre la dura polla del prisionero, pero enseguida es desmontado por Jake, que se lo folla por detrás contra la mesa.
Finamente, Jake embiste cada vez más rápido a Brody, que tumbado de espaldas sobre la mesa se corre sobre sus peludos abdominales y recibe el semen caliente del prisionero por toda su barba.
Como todos los carceleros y compañeros de celda sean como Brody, Jake no va a tener ninguna prisa en obtener la condicional.
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