Luke y Philip son dos buenos colegas que hacen ejercicio y se divierten en el parque lanzándose un balón. No se habían visto desde hace tiempo, pero aprovechan el buen tiempo y el soleado día, notando que cada vez están más cachondos y sus pollas se ponen duras dentro de sus pantalones.
Atrapando el balón, Luke le cuenta a su colega cuales son sus planes para estos calurosos días: quedar de forma anónima con activos desconocidos para que acudan a su apartamento y se lo follen a pelo.
Fiel a su palabra, Luke (como sumiso anónimo a pelo) contacta esa misma tarde con empotrador discreto -sin saber que se trata de Philip- y le invita a su casa, cubriéndose los ojos y esperando en suspensorio, con las manos atadas y el culo en pompa a que llegue.
Nada más cruzar la puerta y sabiendo lo que va a encontrarse, Philip agarra el bote de lubricante para dejar listo el estrecho ojete de su sumiso colega, antes de follar sin compasión la hambrienta boca y garganta de Luke, que hace todo lo que le dice.
El musculoso semental empotra el ojete de Luke con todas sus fuerzas y sus marcados abdominales resaltan más con cada embestida.
Ya sin ataduras y sabiendo que el empotrador es su amigo, Luke disfruta cabalgando montado sobre la gruesa y dura verga de Philip, pero acaba tumbado de espaldas con las piernas abiertas para seguir siendo follado.
Luke está en éxtasis siendo penetrado por su colega, que finalmente inyecta dentro de su culo una ardiente y chorreante corrida que deja a ambos satisfechos y completamente sudados.
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