El apetito sexual de Brian raramente se ve satisfecho con un solo hombre, así que tras echar un polvazo con Kosta no tarda en responder a los flirteos de Nico.
Nico y Brian se encuentran en el dormitorio donde Brian no tarda en tirarse encima para explorar todo el cuerpo de Nico, prestando una atención especial a sus axilas peludas.
Los ojos de Brian prácticamente se salen de las cuencas cuando Nico se baja la cremallera y deja salir ese enorme y grueso rabo fuera de sus pantalones cortos a la espera de que Brian lo rodee con sus labios.
Pero cuando los ojos de Brian se salen realmente de su sitio es en el momento en que se sienta sobre la polla de Nico y siente cada centímetro entrando y saliendo de su ojete con cada embestida, más profunda y más potente que la anterior, en cualquiera de las variadas posturas que eligen...
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