¡SÍ SEÑOR!

Tras una íntima y reveladora conversación sobre el sexo y su entrada en el negocio del porno gay, el icono Sir Peter se desnuda bajo el sol en una pista deportiva abandonada de Barcelona, donde otro icono sexual como Francois le dibuja sobre un lienzo.

Concluída y firmada la obra de arte, los dos se besan apasionadamente, dejándose arrastrar por el deseo y Francois abre su boca y su garganta profunda para el famoso y grueso pollón de Peter.

Peter se arrodilla para devolverle la mamada al francés y saborear tanto su rabo como su culo, firme y redondo como dos sandías, que empotra por detrás.

Rodeados por los charcos de un reciente chaparrón sobre la pista de cemento, los dos chulazos se tiran al suelo donde Peter se folla a pelo con su pollón al musculoso pornostar hasta que lo deja cubierto de semen caliente.

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