En el gimnasio, Kane no le quita los ojos de encima a un sudado Roman, que bombea incansablemente sus músculos, pero cuando se van al vestuario descubre cual es la receta secreta de ese batido de proteína que le da tan buenos resultados.
El musculoso chulazo se pajea, corriéndose dentro del bidón… para tomarse su propio semen al instante y cuando Roman se va a la ducha, Kane aprovecha para robarle el bidón y beberse el resto del elixir.
Es tal el subidón que se pone a hacer ejercicios con las mancuernas allí mismo, pero en cuanto Roman vuelve de las duchas descubre lo que ha pasado porque Kane todavía tiene la prueba del “delito” chorreando por su barbilla.
En lugar de enfadarse, Roman decide que le ayude a producir más semen y le obliga a mamarle la polla.
Roman lame el estrecho ojete de Kane antes de empotrarle contra la pared, follándoselo con la misma energía con la que entrenaba hace unos minutos.
Sintiendo la misma energía gracias a la dosis de proteína robada, Kane cabalga sobre la verga de Roman en el suelo y en el banco, corriéndose mientras el poderoso activo se lo folla mirándole cara a cara.
Cuando Roman saca su polla y se masturba sobre su cara, Kane puede saborear otra ración de proteína caliente directamente de la fuente.
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