PILLADO EN EL COCHE
Cuando Carter detiene su coche en un aparcamiento público a plena luz del día para hacerse una paja es pillado por el Oficial Roman con las manos en la masa .
Por muchas excusas que le da, no parece que el musculoso y atractivo policía vaya a perdonarle la multa. “¿Te has corrido?” le pregunta mirándole el paquete, pero a Carter no le ha dado tiempo y así se lo hace saber. El policía le hace bajar del vehículo y le da dos opciones mientras le registra de arriba abajo: puede detenerle o puede olvidarse de lo que ha pasado si le sigue a un almacén.
Una vez allí, Carter agarra el bulto que se marca dentro de los pantalones del policía... y aunque sea igual de grande y dura no es su porra.
Nada más sacársela, Carter la rodea con sus labios para mamársela bien y lamerle las pelotas, convenciendo a Roman de que el chico estaba tan caliente que necesitaba hacerse aquella paja... el perfecto atenuante.
Desnudo y a cuatro patas sobre un banco, Carter deja que Roman le espose las manos tras la espalda y que le coma el culo antes de empotrarle profundamente, haciéndole gemir de placer.
Liberado de las esposas, Carter se atraganta con el pollón del policía y se pone a cabalgar encima sintiéndolo bien adentro.
Cerca del clímax, Roman hace que Carter se tumbe de espaldas en el banco y que levante las piernas para poder embestirle de frente mientras se masturba. El choque carnal de sus cuerpos resuena por todo el almacén hasta que el pasivo se corre sobre sus propios abdominales.
Roman se incorpora con la polla en la mano para unir su corrida a la que chorrea encima de Carter, que se levanta para mamar hasta la última gota de semen.
Jadeando exhausto, el sudado policía vuelve a penetrar el palpitante ojete de Carter, que finalmente se ha librado de una buena multa.