El agente inmobiliario Presley está más interesado en que se lo follen que en cobrar la paga y señal de una casa en venta cuando conoce a Clark, el potencial comprador.
Y por si no le había captado, deja muy claras sus intenciones mientras les enseña la cocina, quitándose de encima a la novia de Clark y echándola fuera de la casa para poder mamarle la polla.
La olvidada novia golpea la puerta para que le dejen entrar, pero dentro su novio ya está empotrando a cuatro patas a Presley y ninguno de los dos parece dispuesto a abrirle para que les interrumpa.
Presley cabalga montado sobre la gruesa polla de Clark, pero también es follado de lado, tumbados sobre la encimera de la cocina.
Clark se lo sigue follando cara a cara sobre unos taburetes hasta que le hace correrse sobre si mismo y acaba corriéndose sobre la cara del API, que va a darle un trato preferente después de esta generosa “paga y señal”.
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