Cuando Dom vuelve a casa del trabajo y se encuentra a un chulazo como Bruce, el fontanero que su esposa ha llamado para que repare las tuberías del fregadero, se queda sin palabras... y con una erección instantánea dentro de sus pantalones.
Entablando conversación con Bruce, que no tiene ningún problema en decirle que es gay, Dom suelta que consideró follar con chicos antes de casarse... y es obvio que todavía le pasa esa idea por la cabeza. Viendo a Bruce trabajando de rodillas, prácticamente desnudo y con la raja del culo al aire, cuando le pide que le pase el martillo, Dom saca su dura y larga polla para ponérsela en la mano en su lugar. Ante semejante “herramienta” Bruce le pide a su casado cliente que le folle el culo con el mango del martillo, aunque Dom no tarda en follárselo con su verga.
Después de mamarle la polla, Bruce le enseña a su cliente lo mucho que disfrutan los hombres follando entre si para que Dom le empotre con todas sus fuerzas sobre la encimera.
Al final el fontanero cabalga montado sobre la polla de Dom hasta correrse y se arrodilla para recibir toda la corrida caliente del activo dentro de su boca sin que la esposa se haya enterado de nada.
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