UNA OUIJA PARA EL SEXO
En medio del bosque y con el torso al aire, los chulazos Vin y Justin se besan bajo un árbol, acariciando sus musculosos pechos el uno al otro.
Nos llama la atención el tatuaje sobre el de Vin, pero ya sabemos que esa ouija sirve para algo mejor que para contactar con los espíritus, como comprobará muy pronto el bueno de Justin.
Justin sorprende a Vin lamiendo su axila y el tatuado activo le baja los pantalones para besarle el culo antes de volver a casa para seguir con sus juegos.
Justin está desnudo y se pone a cuatro patas sobre la cama para tantear su estrecho ojete con los dedos bajo la atenta mirada de Vin, que se masturba y siente como su enorme rabo se va poniendo cada vez más duro.
Incapaz de resistirse a probar ese palpitante ojete, Vin se agacha para lamerlo, agarrando la polla de Justin con su mano para masturbarle al mismo tiempo que clava su lengua lo más profundamente que puede.
Vin desliza su dura verga dentro del culo de Justin y le empotra por detrás, parando solo para que Justin le mame la polla tirado sobre la cama.
Cuando Justin ve que la tiene completamente dura se sube a la cama para sentarse en esa verga y cabalgar sobre ella un rato.
En un toma y daca por el control, Vin le desmonta poco después para follárselo en la postura del misionero, pero Justin vuelve a montarse sobre su polla hasta correrse sobre la ouija tatuada en el pecho de Vin.
Vin saca su polla del ojete de Justin para masturbarse mientras le besa y anunciando que va a correrse, lo hace salpicando toda la cara del pasivo, que a su vez recoge todo el semen que puede con su lengua.
