Esta es la primera vez que Olivier visita una cabaña de azúcar, pero afortunadamente para él está en las buenas manos de su novio, Clark.
Esos establecimientos son típicos en Canadá, cabañas donde se recolecta el azúcar de los árboles de arce para convertirlo en una especie de jarabe que seguramente habréis visto echar sobre las tortitas. Una tarea que el experimentado semental Clark conoce bien, pero no solo le ofrece una dulce muestra para que Olivier la pruebe, también su pollón.
Allí en medio, al aire libre y entre la nieve, Olivier cae de rodillas para mamar la polla de su novio mientras Clark le azota en el culo, admirando sus perfectas nalgas.
Dispuesto a follarle a pelo, Clark aparta el tanga de su amante para que no le moleste y clava su pollón entre las musculosas nalgas del chulazo pelirrojo para bombearlo.
Olivier, ahora completamente desnudo excepto por los tejanos caídos hasta los tobillos, no siente el frío helado, confortado por el calor que desprende su cuerpo desnudo bien pegado al de Clark, incluso cabalgando sobre su dura y tiesa verga.
A medida que el entregado pasivo siente más y más profundamente los envites de la polla de Clark por detrás, Olivier sigue masturbándose hasta que el semen brota de la suya, salpicando las hojas caídas de los arces y dejando que la corrida que su novio acaba de soltarle dentro, chorree fuera de su ojete.
Nada mejor para completar esta dulce y caliente visita a la cabaña de azúcar que cubrir todo ese culazo con jarabe de arce.... ¡Mmmmmm, delicioso!
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