JUSTIN QUIERE A PAPI

El tatuado Papi reta al pasivo Justin para ver cuanto tiempo es capaz de aguantar la respiración mientras se traga toda su polla a fondo.

El barbudo Justin se queda bizco y boquiabierto en cuanto le baja el calzoncillo a Papi y su enorme polla sale disparada como un resorte, a punto de golpearle en la cara.

Obediente y sonriente, esnifa el aroma de esa polla y la lame mirando a los ojos a Papi, listo para demostrar que es capaz de superar el reto, tragándosela por completo sin que le falte el aliento.

Justin masturba sus pollas, agarrándolas con la mano al mismo tiempo que lame el sobaco de Papi y antes de engullir por completo su rabo una vez más, cediéndole el testigo al empotrador, que devora su culo y se lo folla por detrás.

Entregado febrilmente al sexo, Justin cabalga como un experto jinete encima de esa misma polla que ha catado y le ha follado para después ser penetrado a fondo en la postura del misionero.

En las escaleras, Justin empuja su culo hacia atrás para sentir aún más adentro la dura verga de Papi, que aprovecha esa breve pausa para recuperar fuerzas antes de seguir embistiéndole con todas sus fuerzas.

Incapaces de aguantar por más tiempo la presión en sus pelotas, el pasivo es el primero en correrse siendo follado por Papi sobre la mesa de mármol, pero se pone de rodillas inmediatamente para recibir su corrida sobre su cara. Con la poblada barba chorreando semen por todos lados, Justin mama ese rabo hasta dejarlo reluciente.

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