ERES MÍO, ME PERTENECES

Gabe está encantado de debutar en este nuevo estudio y de poder hacer realidad su fantasía sexual: ser dominado por Roman.

Por la noche Gabe acude a la habitación de Roman en un hotel de Manhattan, donde se encuentra con el chulazo de sus sueños esperándole con su dura polla en la mano.

Cuando Roman le dice que se arrodille y se la mame, Gabe está encantado de complacerle y engulle todo ese rabo, dejando que le folle la boca hablándole sucio.

Roman quiere a Gabe a cuatro patas sobre la cama y el sumiso pasivo se sube encima sin dudarlo un instante. Tras lubricarle el ojete con su saliva, Roman se lo folla duro y

Gabe no solo resiste sus embestidas, se regocija en el placer hablando alto y claro para que sepa que no le basta con eso... quiere más.

Gabe le suplica a Roman que le tire del pelo y le coja por el cuello mientras se lo folla aún más fuerte y cuando le empuja sobre la cama para empotrarle más profundamente, Gabe gime rogándole que le destroce el ojete. Roman se deja llevar por su lado mas agresivo, abofeteándole la cara y escupiéndole en su boca abierta.

Roman sigue empotrando sin descanso a Gabe y su cuerpo musculoso se cubre de sudor haciendo las delicias del pasivo.

Pero Roman también quiere que Gabe cabalgue sobre su polla y él, obedientemente, no tarda mucho en hacerlo.

Un geiser de esperma brota de la polla de Gabe y extasiado en pleno orgasmo Roman sigue follándoselo haciendo la cuchara, parando solo cuando saca su polla para correrse generosamente en el boqueante ojete, que vuelve a penetrar.

Roman le besa y le hace saber a Gabe algo que los dos ya saben: a partir de ahora ese ojete le pertenece.

Aunque en esta escena no se use preservativo, recomendamos usar siempre condón en las relaciones sexuales. El porno es ficción, la vida real tiene sus riesgos y no vale la pena correrlos por un momento de placer.