Hace falta un versátil como Daniel para apreciar por completo a un activo como Alex, capaz de tomar el mando sin la más mínima dificultad.
Para empezar, Alex se conforma con intercambiar besos y sensuales caricias con Daniel, dejándole mamar su enorme polla mientras le mete un dedo por el culo para ponerlo a punto.
Pero tan pronto Alex le hace gemir de placer comiéndole el culo, sabe que Daniel es suyo, todo suyo.
Y eso todavía se hace más evidente cuando Alex empieza a empotrarle y Daniel no se calla lo mucho que está disfrutando.
Alex se lo folla de todas las formas posibles, pero también disfruta de su cuerpo entre postura y postura, saboreando su polla e incluso dejando que Daniel cabalgue montado sobre la suya.
Al final, mientras Alex le embiste tumbado de espaldas sobre la cama, toma las riendas definitivamente y masturba a Daniel sin dejar de follarle, conduciéndole al orgasmo que se materializa con un geiser de semen caliente. Alex se corre poco después y hunde su dura polla en Daniel antes de besarle de nuevo reafirmando quien manda allí.
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