El hetero Marcus se da cuenta de que se ha empalmado viendo el culazo que marca Adrian -su compañero de piso enano y gay- mientras hace sentadillas en su gimnasio casero…
Marcus se retira a su habitación para ocuparse de esa erección repentina y de sus urgentes necesidades, follándose en la cama un juguete sexual que imita a un culo bajo la atenta mirada de Adrian, que ha visto a su musculoso compañero de camino a su cuarto y también se ha empalmado.
Cuando Marcus debe atender una llamada, el fogoso pequeño se cuela en el dormitorio, se desnuda y se deshace del falso culo para sustituirlo por el suyo bajo una colcha, esperando que Marcus prosiga con lo que hacía.
Tan pronto la dura polla de Marcus se desliza dentro de ese culo, se da cuenta de que parece mucho más real que antes, caliente y estrecho, hasta que un gemido de Adrian le hace descubrir lo que pasa.
Prefiriendo el culo autentico al de juguete, Marcus sigue follándoselo y Adrian aprovecha para tomar las riendas y cabalgar montado sobre la verga de su compañero, como tantas veces había deseado.
Tras desmontarle para seguir follándoselo tumbado de espaldas sobre su cama, Marcus deja que Adrian le mame la polla y que se lo folle por detrás haciendo la carretilla.
Los dos acaban besándose y masturbándose el uno junto al otro hasta correrse demostrando el viejo dicho: en el bote pequeño está la buena confitura.
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