Cole ha organizado una fiesta de cumpleaños sorpresa para su mejor amigo y no falta de nada: globos, sombreros de cumpleaños, matasuegras y una pancarta, pero el responsable del catering, Ryder llega tarde y solo trae la mitad de la comida encargada.
Cole está furioso con él por su incompetencia, pero los invitados van a llegar en media hora y ya no hay tiempo para arreglarlo. Ryder está muy arrepentido, no sabe cómo disculparse y está ansioso por solucionarlo.
Cole no acepta sus disculpas, pero le sugiere la única manera de calmarle los nervios antes de que empiece la fiesta… que Ryder se lo folle. ¿Hará Ryder lo que sea para mantener contento a su cliente?
¡El cliente no solo tiene siempre la razón, también la dura polla de quien no ha hecho bien su trabajo!
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