Oliver es un chico no muy alto, pero como él mismo confiesa en la entrevista inicial, le encanta ser follado a fondo por sementales de grandes rabos. Shy, por el contrario, es enorme en estatura y musculatura...
... como la polla que cuelga de entre sus piernas- y con la cual disfruta sujetando a un pequeño y sexi pasivo entre sus fuertes brazos para metérsela hasta las pelotas. Un gigante musculoso y fuerte que dejó boquiabierto a Oliver en cuanto lo vio.
Shy y Oliver intiman rápidamente y su caliente compenetración se hace aún mayor en cuanto el negrazo se saca su enorme rabo para que Oliver lo rodee con sus labios.
Con el ojete bien lubricado con la saliva de Shy y viendo su verga negra, dura y palpitante apuntando al techo, Oliver solo puede sentarse encima y cabalgar como un experto cowboy, parando solamente para admirar cada músculo del cuerpo de Shy.
Sintiéndose idolatrado como un dios, Shy vuelve a la carga, embistiendo el culito tragón de Oliver hasta hacerle correrse sobre sus propios abdominales, a los que no tarda en añadir su propio semen caliente.
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