¡ATRAPA ESTA… SI PUEDES!
Después de una decepcionante actuación en el campo de juego, Alpha le pide a Daniel, su compañero en el equipo de beisbol, que le enseñe algunos trucos para mejorar su juego y atrapar todas las pelotas.
Daniel le cuenta a Alpha que el secreto está en agacharse mucho... pero cuando lo hace se da cuenta de que se le ha roto el pantalón y no puede apartar los ojos del peludo ojete que asoma por el agujero, con la consiguiente erección.
“¡No te muevas, esa es la postura perfecta para atrapar lo que sea!” le dice Daniel agachándose y cediendo a la tentación de meterle los dedos por el culo.
Mientras un desconcertado Alpha se escabulle hasta las duchas, Daniel sigue sin poder apartar la mirada del cuerpo desnudo de su atractivo compañero, masturbándose en el vestuario.
Es entonces cuando se le ocurre robarle la ropa, haciendo que Alpha le persiga hasta el despacho del entrenador, donde finalmente le deja ver su enorme y dura polla. El sorprendido Alpha cae de rodillas para mamársela y atragantarse con ella.
Obedeciendo las ordenes de Daniel, Alpha se tira sobre la mesa para que le meta la lengua por el ojete y demostrarle que ha aprendido la lección: ahora es capaz de “atrapar” lo que le echen... sobre todo un rabo como el suyo.
Tras ser follado a pelo en diferentes posturas en la mesa del entrenador con la intensidad a la que Daniel nos tiene acostumbrados, Alpha llega al orgasmo con el enorme “bate” embistiéndole en la postura del misionero.
Alpha se arrodilla en el suelo y el semen de Daniel brota a borbotones dentro de su boca, un chorro sale disparado por encima de su cabeza, seguido de otros tantos que salpican su cara y su barba en una de las mayores corridas nunca vistas.
Más que satisfecho, Alpha sigue mamando el rabo de Daniel, que entre espasmos de placer se recupera y sonríe para volver a las duchas.