ADMIRACIÓN Y LUJURIA
El chulazo tatuado Papi disfruta del buen tiempo que hace sin camiseta, a torso descubierto y remojándose los pies en la piscina, sin darse cuenta de que Javi le observa con admiración y deseo desde la puerta.
Cuando Papi gira la cabeza y se da cuenta, le devuelve la misma admiración y deseo, acercándose a él para dar rienda suelta a su lado más dominante después de besarle apasionadamente.
Ya dentro de la casa los dos chulazos saborean con un apetito voraz sus pechos musculosos en el sofá y el barbudo Javi se arrodilla para mamarle la polla a Papi.
Con esa enorme polla dura como una piedra Papi tantea el ojete de Javi, poniéndole a mil y empotrándole por detrás, usando todo su cuerpo musculoso para embestirle cada vez más fuerte.
Javi se sienta encima de ese pollón, cabalgando sobre él de esa manera que a Papi tanto le gusta hasta que le desmonta para seguir follándoselo haciendo la cucharita.
Javi se corre en la postura del misionero, sintiendo esa verga empalando profundamente su ojete una y otra vez, pero intuyendo el inminente orgasmo de Papi se arrodilla para recibir su enorme y caliente corrida sobre la cara.
