Gianni y John se enrollan y descubren que sienten una profunda admiración el uno por el otro desde hace años. A medida que charlan ven que esa admiración surge de la apreciación física del otro y el reconocimiento del esfuerzo y el duro trabajo que les ha costado a ambos tener esos cuerpos bien esculpidos.
Desprendiéndose de la ropa que les cubre, la atracción por lo que ven les lleva a una apreciación todavía más profunda. Cuando has admirado a alguien durante tanto tiempo, encontrarte con él puede ser algo abrumador y la experiencia más gratificante de tu vida.
La admiración se convierte en pura lujuria en cuanto Gianni agarra la polla cada vez más erecta de John y la rodea entre sus labios para mamársela con su talentosa boca y lengua. Gianni le hace la mamada de su vida a John y la dureza de su polla es la prueba de su lujuria.
John intercambia su posición con Gianni para engullir su palpitante polla de inmediato, mamándola, atragantándose con ella y devolviéndole todo el placer que él le ha dado antes. A John le encanta la manera en la que Gianni se ha convertido en uno de los papis más calientes del continente y eso le anima a seguir mamando la irresistible polla del peludo papi.
Gianni no puede esperar más, está ansioso por follarse a John y le coloca a cuatro patas para meterle la lengua por su estrecho y rosáceo ojete, forzándose a clavarla más y más profundamente dispuesto a saciar su apetito por ese suave culazo.
Con la polla dura como una roca y el culo de John empapado y listo, Gianni le empotra con su verga color avellana, hundiéndola a fondo dentro del ansioso ojete.
Teniendo en cuenta el nivel de adoración que sienten el uno por el otro, el sexo se desarrolla rápidamente y de forma natural. Gianni embiste duro y profundamente el culo de John, haciendo que los dos obtengan exactamente lo que más desean.
Subiendo un poco más el listón, John se coloca en cuclillas y hace descender su culo sobre la palpitante y dura verga de Gianni, empalando una y otra vez su culo con esa magnífica polla. La polla de John golpea sus abdominales y sus pelotas chocan con las de Gianni.
Otro cambio de postura y John está tumbado de espaldas para que Gianni siga follándoselo desde arriba, su culo está abierto y hambriento, mientras que la polla de Gianni siente la misma necesidad de que sus deseos sean satisfechos.
El penetrante rabo de Gianni masajea la próstata de John a la perfección y este agarra su polla para masturbarse hasta que una enorme y blanca corrida cubre sus perfectos abdominales.
El vibrante esfínter de John ordeña hasta la última gota de semen de Gianni, que rocía el boqueante ojete de John con una gran corrida caliente. Gianni recoge toda esa corrida con su propia polla y la deposita dentro del húmedo ojete de John, metiéndosela de nuevo. La admiración de Gianni y John aún será más profunda a partir de ahora.
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