AÚN NO ES TARDE
Craig, el mejor vendedor de la compañía, no está muy contento cuando se da cuenta de que, centrado en el trabajo, se ha perdido la mayor parte de la diversión en la villa de Torremolinos donde se han concentrado los empleados, pero afortunadamente para él Sean todavía anda por allí y está dispuesto a darle lo que busca antes de que regresen a casa.
Después de besarse apasionadamente en el jardín, Craig sale corriendo escaleras arriba, pero Sean le atrapa y le baja “accidentalmente” el pantalón, encontrándose con el jugoso culo de su compañero en los morros.
A Craig no parece importarle y le invita a catarlo allí mismo, en los escalones, dejando que la lengua del pelirrojo se adentre en su estrecho ojete y le lama las pelotas.
Completamente desnudos, los dos hacen un 69 en las escaleras para saborear sus pollas al mismo tiempo hasta que Craig se sienta sobre la verga erecta de Sean.
Una vez que Craig ha terminado de cabalgar encima de Sean, los dos buscan un lugar más cómodo para seguir follando y se trasladan a la sala de estar de su jefe, donde Craig pasa a ser el empotrador.
Alternándose para follarse el uno al otro, el musculoso torso de Craig acaba cubierto por las calientes corridas de los dos ejecutivos.
Y es que, da lo mismo que sea trabajando duro en sus oficinas o follando en España, estos ejecutivos saben lo que significa “darlo todo” por el negocio.